Para que no se pierda nada durante su estancia, descubra nuestra selección de lugares imprescindibles en La Rochelle. Por un día o un fin de semana, no se pierdas las visitas, actividades y sitios de visita obligada.
Después de comer en un restaurante del antiguo barrio de pescadores, en la rue St-Nicolas o en la terraza de la íntima plaza de la Fourche, diríjase al Acuario de La Rochelle a bordo de un ferry electro-solar. Reconocido como uno de los mayores acuarios privados de Europa, este espacio dedicado a las criaturas marinas atrae a todos aquellos que sienten curiosidad y pasión por la vida marina. Separe dos horas para visitar el Acuario de La Rochelle. Para concluir este día y llevarse un poco de La Rochelle en su maleta, vaya al muelle de los artesanos. Los cubiertos Farol, y los bolsos y accesorios Matlama pueden encontrarse allí en sus talleres y tiendas.
En resumen:
- Pasee debajo de los arcos del casco antiguo y por la rue de l'Escale
- Vaya de comprar y tómese un trago alrededor del mercado del siglo XIX
- Almuerce en el barrio de St-Nicolas en la plaza de La Solette
- Tome el ferry para cruzar el Puerto Viejo
- Visite el Acuario de La Rochelle
- Haga compras hechas en La Rochelle en el muelle de los artesanos
Desde los graffitis de los prisioneros de la Torre de la Linterna hasta el grafiti en Le Gabut, todo está solo a un paso. Pasee por el sorprendente barrio de Le Gabut con sus coloridas casas de madera de inspiración escandinava y la escena de arte callejero de La Rochelle. En el lado de la cuenca del arrastrero o en el lado de la cuenca de los barcos a flote, numerosas terrazas de restaurantes le invitan a relajarse.
Suba a bordo del France 1, el inusual Museo Marítimo en la cuenca de los arrastreros. Descubrirá la vida a bordo de esta fragata meteorológica y la historia de La Rochelle a través de sus puertos. Para concluir este día, lleve su cesta de pícnic para una cena a la puesta de sol, en uno de los parques costeros de La Rochelle.
En resumen:
- Tómese su café frente a las torres de los muelles del Puerto Viejo.
- Suba a la cima de las torres de La Rochelle
- Camine por el distrito de Le Gabut
- Visite el Museo Marítimo
- Disfrute de un pícnic en los parques frente al mar hasta la puesta de sol
Por la noche, no olvide dar un paseo o reservar una mesa en la imperdible «calle de los restaurantes»: La calle St-Jean-du-Pérot. Aquí, restaurantes de todo tipo se codean con bares de vino, tiendas de ron y cervecerías en un ambiente festivo.
En resumen:
- Ciclismo a lo largo de la costa, de playa en playa, de puerto en puerto
- Degustar ostras en las cabañas de pesca
- Baños refrescantes, donde puede relajarse en las playas
- Cenar en la terraza de la calle Saint-Jean y disfrutar del ambiente nocturno